Catamarca espera una vez más el Desafío Ruta 40

Secretaría de Turismo de Catamarca

Turismo14/08/2018Redacción Yo Amo CatamarcaRedacción Yo Amo Catamarca
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La carrera llegará a Catamarca el lunes 27 de agosto ingresando por Santa María hasta Belén, el martes 28 de agosto se dirigirá hasta Tinogasta, y un día después recorrerá las blancas dunas del oeste catamarqueño con Fiambalá incluido, para despedirse de nuestra provincia el jueves 30 de agosto en una competencia internacional que de seis días de desarrollo, 4 días se transitan por nuestra Catamarca.

Para ello, desde el Gobierno de la Provincia, a través de la secretaria de Turismo, junto a la organización ya se recorre por estas horas todo el trazado de la prueba para una correcta organización.

Al igual que desde hace una década, el evento de rally cross country más duro del calendario nacional volverá a desafiar a los mejores exponentes nacionales e internacionales de la especialidad. Como es habitual, la organización ha preparado un recorrido acorde a los protagonistas que formarán parte de esta cita que en esta edición tendrá el sello Dakar Series y otorgará puntos para el Campeonato del Mundo de Rally Cross Country FIM.

Este año el recorrido atravesará por lugares clásicos del oeste argentino y sectores inéditos dentro de regiones que ya han demostrado ser un verdadero “filtro” para los participantes en cada Desafío Ruta 40.

Los médanos y los ríos del norte catamarqueño, que visitará los departamentos de Santa María, Belén y Tinogasta, serán los primeros obstáculos que deberán superar los pilotos. Arena muy blanda que son casi una trampa para los vehículos y navegación a través de los infinitos brazos de los lechos de ríos secos conformarán los primeros desafíos en las etapas iniciales de la carrera.

Llegando a la mitad de la prueba, un terreno conocido pero que siempre depara sorpresas y novedades en la clasificación espera a la caravana: el desierto de Fiambalá. La arena es un poco más compacta en esta región pero la altura de las dunas sus cortes pronunciados exigen que los pilotos se mantengan alerta todo el tiempo, a la vez que deben mantener el rumbo correcto a través de ese océano blanco en donde resulta muy fácil perder referencias.

Habrá que guardar energías para las últimas dos jornadas de carrera ya que la carrera comienza a ganar altura y la falta de oxígeno a más de 3500 m.s.n.m. puede hacer mella en el físico de los pilotos y en los motores de las máquinas.

Será una semana sin respiro que seguramente dejará nuevas emociones y que tras más de 3000 kilómetros de competencia coronará a quienes mejor puedan adaptarse a estas condiciones extremas.

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