Posada Niña Juana, un lugar único en pleno corazón de San Antonio

Una casona de finales del 1800 en pleno corazón de San Antonio, Fray Mamerto Esquiú, a solo 9 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, alberga lo que es hoy la Posada Niña Juana.

Turismo31/05/2021Redacción Yo Amo CatamarcaRedacción Yo Amo Catamarca
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El lugar impacta desde su mismísimo ingreso, portal de generosa madera y vidrios dan la bienvenida para ingresar a un espacio en forma de media luna que te traslada hacia dos dormitorios y a la primera sala de estar.

Todo está como entonces y más, muebles de época, baños perfectamente ambientados, salamandras, hogares y altillos, dan paso al sector principal de la casona, un comedor de importantes dimensiones con un mesón central para unas 20 personas perfectamente ubicadas, que podrán disfrutar de las especialidades gastronómicas que son administradas con los ojos fiscalizadores de Andrea, una descendiente danesa que a la hora de atender bien a sus clientes no mide en esfuerzos.

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Hoy, por cuestiones de pandemias, la Posada Niña Juana, brinda solamente sus servicios previa reservas que se puedes realizar al teléfono 3834 67 67 67, habilitando además otros espacios para la atención de su comensales, es así que además se podrá disfrutar de sus especialidades en distintos lugares de la casa, todos ellos con el distanciamiento adecuado que exigen los protocolos, y el patio, que mediante una serie de mesas y sillas se adecuan perfectamente para el disfrute en un jardín muy bien acondicionado a tal fin.

Entre las especialidades que se pueden disfrutar en sus desayunos y meriendas, se sirven panes y mermeladas caseras, queso crema, café, té, infusiones, leche y limonada, además podrá ser acompañado por una copa de yogurt con frutas, medialuna con jamón y queso o sándwich caliente en pan integral, tarta individual, contando también con un servicio para celiacos con alimentos sin T.A.C.C.

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La posada tiene un servicio de BRUNCH, que es un desayuno tardío que se sirve de 11 a 14 horas los sábados y domingos, el mismo cuenta con yogurt con frutas, huevos revueltos, tostadas, panes y mermeladas caseras, queso crema, crepes, trilogía de bruschetas y tacos o sándwiches calientes, limonada, café, té e infusiones. En tanto que a la hora del almuerzo se podrán degustar un asado a la llama, empanadas de carne de vaca cortada a cuchillo, de berenjena, de queso y cebolla con cuatro quesos y cebollas caramelizadas con miel, de quinoa y de cabrito. Además si visita el lugar no deje de probar los fiambres de elaboración propia, bruschetas, platitos calientes, escabeches y pinchos, todos ideales a la hora de una picada con familia o amigos.

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El lugar está preparado además para brindar servicios de masajes descontracturantes y relajantes que puede complementarse con una grata tarde entre amigos o familia acompañados con meriendas, en tanto que también se desarrollan talleres textiles y ventas de artesanías.

“Niña Juana es un emprendimiento que lo hicimos con mucho esfuerzo y dedicación, donde primero apuntamos al turismo nacional e internacional con los alojamientos, logrando muy buenas puntuaciones en páginas de reservas y ventas, tal es así que en Booking.com por ejemplo tenemos 9.3 de puntuación”

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“hoy tenemos abierto también la posada a los catamarqueños con distintos servicios de gastronomía para eventos, meriendas, brunch, almuerzos, funcionando hace cinco años y medio”, señaló la propietaria Andrea Falcone.

“tenemos cinco habitaciones familiares grandes con entrepiso decoradas y ambientada en los años de principio de 1900. El lugar es de adobe como las casa antiguas y acá intentamos reciclarla y todo lo hecho con adobe para mantener el estilo”.

“Es lindo ver a la gente en los distintos ambientes, y que estos los lleve a su niñez a recordar a sus abuelas, porque los recuerdos de la infancia siempre son gratos”, resaltó con una sonrisa.

El complejo, también forma parte de la Asociación Sigualgasta, que nuclea a prestadores turísticos de Fray Mamerto Esquiú, y en particular suma sus servicios a la amplia “Ruta del Chacarero” en una forma de identificar la gran cantidad de establecimientos que se encuentran en la zona.

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Esta casona perteneció a la señorita Juana Rosa Ahumada (1870-1949), destacada docente reconocida por sus conocimientos en aves y plantas, y su vocación por el cuidado de la naturaleza.

Por los servicios que brindaba a la juventud local con su sabiduría y sus libros, que por aquellos años eran escasos e inaccesibles para el común de la gente, su casa era conocida como “La Biblioteca”. Este reconocimiento trascendió hasta nuestros días y por ello la Biblioteca Popular de San Antonio lleva su nombre, al igual que una calle de este pueblo.

“Niña Juana”, como se la conocía en vida, viajaba permanentemente a Buenos Aires, donde adquiría más y más libros para sumarlos a su biblioteca de la casona. Esos libros no estaban destinados a descansar en un estante… se transformaban en imágenes, viajes y sueños en la imaginación de cada uno de los niños del pueblo que concurrían a “La Biblioteca”.  No solo de lectura se nutrían esos niños, sino que se les ofrecía además juegos de ingenio, galletas y caramelos.

Los propietarios actuales adquirieron la casona en 1994, la cual ha sido utilizada como vivienda familiar hasta el año 2016, para luego convertirse en la “Posada Niña Juana”.

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